Perfil de fachada Dragonera

El perfil de fachada Dragonera pertenece a la gama de perfiles arquitectónicos diseñados por TAS. Este perfil destaca por sus irregulares y asimetrías que crean una envolvente única y atemporal.

Descripción del perfil de fachada Dragonera

El perfil de fachada Dragonera se compone de tres piezas o "escamas" con diversos anchos útiles que se combinan entre sí a gusto del proyectista para conseguir la envolvente deseada. De manera que cada una de estas escamas o perfiles son un panel nervado de chapa simple que se aplica como revestimiento exterior de fachada ventilada, y que se fabrica con un acabado lacado en una amplia gama de metales como acero, aluminio o zinc. El perfil de fachada Dragonera se ofrece como una solución de diseño arquitectónico actual y atractiva que brinda originalidad y singularidad a la fachada de cualquier edificio.

Su colocación puede ser tanto en posición vertical como horizontal mediante un sistema de fijación visto sobre subestructura soporte de acero.

Fabricación del perfil de fachada Dragonera

El perfil de fachada Dragonera se fabrica en plegadoras automáticas de última tecnología que garantizan la precisión de sus ángulos y plegados, permitiendo que todos los perfiles de una misma fachada sean idénticos y solapen a la perfección.

Adicionalmente, existe la opción de fabricar todos los remates necesarios para el cerramiento de la fachada partiendo de la misma bobina con la que el perfil de fachada haya sido fabricado. Esto evitará que existan diferencias de color en la fachada y permitirá recibir todos los elementos necesarios para el montaje de la fachada al mismo tiempo.

Ventajas del perfil de fachada Dragonera

• Durabilidad: El acero, el aluminio o el zinc son materiales muy resistentes y duraderos, capaz de soportar las condiciones climáticas más adversas.
• Estética atractiva: Aspecto moderno y elegante. El perfil Dragonera ofrece diferentes formas, jugando con la geometría y formas tridimensionales, lo que permite una amplia variedad de diseños arquitectónicos.
• Ligereza: A pesar de su resistencia, metales como el acero, aluminio o zinc son materiales ligeros en comparación con otros revestimientos, lo que facilita su instalación y reduce la carga estructural en el edificio.
• Mantenimiento reducido: Los revestimientos metálicos requieren un mantenimiento mínimo, lo que reduce la necesidad de reparaciones y repintados frecuentes.